Recientemente, Chile ha promulgado una nueva ley TEA (Trastornos del Espectro Autista) que busca mejorar la atención y la calidad de vida de las personas pertenecientes al espectro autista y a sus familias. Esta ley es un gran avance para la inclusión y la equidad en el país y representa un compromiso con la diversidad y el respeto a los derechos humanos.
La ley TEA, N° 21.545, establece una serie de medidas para garantizar la atención y el tratamiento adecuados para las personas en el amplio espectro autista. Entre las principales medidas, se encuentra la creación de un registro nacional de personas con TEA que permitirá a las autoridades tener una mejor comprensión de las necesidades de la población y diseñar políticas y programas más efectivos.
Además, la ley establece la obligatoriedad de que todas las instituciones públicas y privadas que brinden servicios de salud y educación cuenten con profesionales especializados en el Trastorno del espectro Autista. Asimismo, se contempla la capacitación obligatoria de los profesionales de la salud y la educación en relación con el TEA.
Otra medida importante de la ley es la creación de un programa de apoyo y asistencia integral para las personas con TEA y sus familias, que incluirá servicios de atención médica, terapias, asesoría legal y apoyo psicológico.
Es importante destacar que la ley también incluye medidas para garantizar la inclusión laboral de las personas con TEA y para fomentar su participación en la vida social y cultural del país. En este sentido, se establecen incentivos para las empresas que contraten a personas con TEA y se promueve la creación de programas culturales y deportivos accesibles para la población con TEA.
En definitiva, la nueva ley es un gran avance respecto desde el enfoque de derechos humanos, enfocándose en un grupo relegado socialmente, tendiente a mayor integración y, además, a generar la visibilidad y participación que merecen tener en nuestra sociedad.