En el ámbito laboral de los trabajadores y trabajadoras de casa particular en Chile, la adecuada especificación de las tareas en el contrato de trabajo se ha convertido en un elemento crucial, estableciendo límites y claridad en las responsabilidades laborales. La reforma introducida por la Ley Nº 20.786, en vigor desde el 27 de octubre de 2014, ha modificado la normativa relacionada con estos contratos, imponiendo la obligación de describir de manera precisa las labores que deberán llevar a cabo los empleados en el hogar.
Según el artículo 146 bis del Código del Trabajo chileno, es imperativo que el contrato de trabajador/a de casa particular contemple una detallada especificación de las tareas asignadas. Este requisito busca evitar ambigüedades y proporcionar un marco claro para la relación laboral entre el empleador y el empleado. En consecuencia, se deben incluir aspectos específicos, como la realización de tareas de aseo, cocinar, jardinería, ser chofer, cuidado de niños, entre otras, ya sea de manera exclusiva o complementaria entre ellas.
La Dirección del Trabajo ha destacado la importancia de este aspecto al señalar que, si bien la naturaleza general del contrato de trabajo de un trabajador/a de casa particular implica la realización de labores propias o inherentes al hogar, la falta de especificidad puede llevar a que estos empleados asuman funciones no pactadas originalmente. Esta situación puede limitar su capacidad para exigir contraprestaciones pecuniarias adicionales o acordes a las nuevas tareas, generando un desequilibrio en la relación laboral.
La amplitud de los conceptos relacionados con las labores del hogar ha llevado a que, en ocasiones, los trabajadores y trabajadoras de casa particular se vean en la necesidad de realizar tareas no contempladas inicialmente en sus contratos. La reforma busca prevenir estas situaciones al establecer la obligación de detallar específicamente las responsabilidades laborales desde el inicio de la relación contractual.
Es importante destacar que, si bien se requiere una descripción adecuada de las tareas, se aconseja evitar la excesiva especificación que pueda complicar la escrituración del contrato. En este sentido, se busca encontrar un equilibrio que proporcione la claridad necesaria sin incurrir en una complejidad innecesaria en la redacción del documento contractual.
En conclusión, la especificación de tareas en el contrato de trabajador/a de casa particular se erige como un elemento esencial para garantizar una relación laboral transparente y equitativa. Esta medida, impulsada por la reforma introducida por la Ley Nº 20.786, contribuye a evitar conflictos y desbalances en los derechos y obligaciones de ambas partes, fortaleciendo así el marco legal que regula esta modalidad de empleo en Chile